viernes, 25 de septiembre de 2009

De leñateros a camaroneros


Fotos: Carlos Puga

Eva Alonso/Estrella López, Nicaragua

Diecinueve familias de Puerto Morazán han cambiado de vida. Han dejado de talar mangle, de ser "leñateros", para convertirse en socios de una cooperativas de camaroneras, el OJOCHE. "Esto nos ha permitido ganar algo más de dinero, mejorar nuestras casas y dejar de dañar al medio ambiente", aseguró José Ramón Guevara, miembro de esta cooperativa.

Mientras él nos cuenta este cambio vital logrado gracias a la cooperación gallega y al propio municipio de Morazán que les facilita las tierras, un hombre con sus dos hijos (un chico joven y una adolescente vestida todavía con el uniforme del colegio) cargan, en una carreta de bueyes, las pequeñas maderas de mangle que luego venderán por 0,60 céntimos de córdoba la unidad a más de 30 kilómetros de distancia. (El córdoba tiene un cambio actual de 20,5 por un dólar).

"Este carro partirá a las cinco de la tarde rumbo a El Viejo. Llegará a las dos de la madrugada", explica William Areas de LÍDER. "Por este carro, cargado con 1.500 piezas de madera, tras todo este arduo trabajo recibirán entre 45 y 50 dólares".

Añade William que la razón principal de que muchos ciudadanos abandonen esta actividad para dedicarse a las camaroneras artesanales es la escasa rentabilidad económica. "Con los camarones pasan a ingresar un 70% más que vendiendo leña".

Aún así, hay mucha gente que sigue cortando manglar, a pesar de ser una actividad ilegal. Las propias autoridades hacen un poco de vista gorda. "Es difícil hacer políticas de conservación con el estómago vacío", concluye William.

1 comentario:

  1. hey! como han cambiado vuestras historias desde los primeros días hasta hoy....he notado un cambio a la hora de leer....mucha suerte y enhorabuena por vuestro trabajo!

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