jueves, 24 de septiembre de 2009

S.O.S. Golfo de Fonseca


Fotos: Carlos Puga

Eva Alonso/Estrella López, Nicaragua

Lo que más nos sorprende de Potosí en Nicaragua es la limpieza de sus calles y sus playas a diferencia de El Salvador. Pero lo cierto es que detrás de esta falta de residuos se encuentra un arduo trabajo de la Fundación LÍDER.

Hace tan sólo unos días la comunidad desarrolló una campaña de recogida de plásticos y limpieza de playas. "Llenamos más de 240 sacos de PEK comprimido, residuos que luego trasladamos en camión al vertedero de El Viejo, a 70 kilómetros de aquí, porque en nuestro país aún no hay planta de reciclaje de plásticos", explicó Néstor Díaz de LÍDER.

"Nuestro objetivo es concienciar a los propios ciudadanos de Potosí de la importancia de mantener limpias las playas y parece que está dando resultado".


A diario, los vecinos de la comunidad recogen los restos de basura y rastrojos de las calles de tierra y les prenden fuego para su eliminación.

Pero no es todo oro lo que reluce. Debajo de las augas fluye un elemento nocivo. Un veneno que está acabando con el principal medio de vida de este pueblo: la pesca. Al menos así lo manifiesta don Toño, presidente de la cooperativa Promanic. "Estas tierras son muy fértiles. En los años 70 se plantaron grandes plantaciones de algodón, pero el uso de pesticidas altamente contaminantes dañaron el medio ambiente y causaron graves secuelas en la salud de los trabajadores de estas plantaciones".

"El algodón fracasó y en su lugar aparecieron grandes extensiones de bananas, pero el huracán Mitch las dañó y en la actualidad se han ocupado estas hectáreas de terreno productivo por el maní (cacahuete) y caña de azúcar", añadió don Toño.

Ambas producciones "no generan gran número de empleo ni contribuyen a la conservación de los ecosistemas". Y es que la comunidad de Promanic está convencida de que los pesticidas que se siguen usando en estas plantaciones dañan al Golfo de Fonseca ya que se filtran por el suelo al estar muy cerca de la orilla de las aguas de esta costa nicaragüense.

"Pedimos que se hiciera un análisis de las aguas hace años pero sus resultados no fueron concluyentes debido a la escasez de medios de nuestro país, por ello pedimos ayuda internacional para que nuestras aguas puedan ser analizadas en laboratorios avanzados y con aparatos fiables porque, de continuar así, en un año no tendremos que comer".

Los pescadores afirman que "de hace dos años para acá" ha disminuído el número de capturas "hasta en un 80%". Hicieron también hincapié en el hecho de que, cuando comienza la cosecha de producción de maní y de caña de azúcar "comienzan a aparecer peces muertos".


"Exigimos una zona de amortiguamiento de unos 200 metros para evitar el fuerte impacto de estas plantaciones, pero los maniseros niegan ser los responsables de tal contaminación", continuó don Toño.

Aunque los pescadores han recibido una formación para mejorar su pesca artesanal, aún carecen de un estudio serio sobre la correcta explotación de sus estuarios. "Es una necesidad para nosotros que, o bien técnicos gallegos vengan aquí, o vayamos nosotros a España para conocer in situ cómo se lograron recuperar los bancos pesqueros en la costa de Galicia".

Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, aún hay un enemigo mayor para estas comunidades: el calentamiento global que para ellos se transforma en un fenómeno llamado el Niño. Mucho calor, elevadas temperaturas del agua y escasez de lluvia contribuyen así al declive de las capturas, en especial, del camarón.

1 comentario:

  1. Cuánto deberíamos aprender, ¿no? Todo un ejemplo de respeto al medio ambiente del que bien podríamos tomar nota en ciudades supuestamente más concienciadas, pero que, en el fondo, no nos implicamos con la naturaleza porque la mayoría de nosotros no dependemos económicamente de lo que nos ofrece. Los intereses económicos, como siempre, marcan nuestra ¿conciencia medioambiental?

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