domingo, 20 de septiembre de 2009

CONTRAPORTADA: 'A escasos metros del cielo'




Foto: Carlos Puga

Laura López, El Salvador

El volcán Conchagua se encuentra a 1200 metros sobre el nivel del mar dominando el golfo de Fonseca. De ahí venimos así que para llegar Nicolás suda y suda. Y como ya hemos conectado con el ritmo del país, más bien lento, llegamos tarde y nos perdemos el atardecer. El sendero es de piedra y sigue haciendo mucho calor. La pick-up va perdiendo años de vida a medida que ascendemos (esto es cierto, pero como no entiendo mucho, no puedo contaros más).

Nos instalamos en las cabañas y Cris me dice que mire para las paredes y el techo. Y yo me pregunto si hay necesidad de hacerme ver a nuestros compañeros de habitación: feos, ruidosos y con más de cuatro patas. Armamos la mosquitera como podemos, somos los peores del grupo colocándola, y nos vemos obligados a dormir los dos en un camastro de 90 con la telilla de la mosquitera rozándonos la punta de la nariz.

Tercera noche sin poder dormir y despertamos a las cuatro y media para ver el amanacer. Iniciamos los 200 metros de subida que nos separan del cielo tal y como reza el cartel del complejo. Pero está nublado y no podemos verlo bien. El cielo, pues, debe esperar. Pero las vistas del golfo y de las islas es espectacular.

Mientras bajamos vamos rodeando cafetales ecológicos, nos cuentan, que llevan 10 años sin saber lo que es un pesticida. El grano todavía está verde. Pero me llevo una de recuerdo. Mientras, los encargados del complejo nos confiesan ilusionados que esperan que nuestro reportaje sirva para atraer turistas al volcán. Y nos despedimos de ellos, siempre lo último en desaparecer, su sonrisa.

De nuevo la parte de atrás de la pick-up con Carlos y maletas y ese ruido extraño del motor. Alrededor, caficultores que "solean" el café del año pasado sobre un plástico negro para secarlo. Además, bullicio de aldeas, niños jugando en la mañana de sábado que paran de jugar cuando pasamos. Nos miran raro pero si les sonreímos entonces ya sí nos devuelven el saludo enseñándonos sus preciosos dientes de leche. Muchos de ellos los sustituirán en su vida adulta por fundas doradas (hemos hecho gran cantidad de entrevistas que me permiten confirmar esta afirmación.

Al acercarnos a la ciudad de La Unión, el jaleo aumenta. Millones de colores nos asaltan la retina: caos circulatorio, venta ambulante de agua helada, fruta, tortas... Los vendedores de discos compiten con el sonido al máximo de una acera a otra. Así que, en función de la orilla por la que vayas, o bailas reaggeton o salsa. Y en los puestos de ropa, atención, camisetas del Barcelona y del Madrid, de Messi, Kaká y muchos más que no conozco. Pero aquí causan furor, es portada hoy en los periódicos el partido Barcelona-Atlético de Madrid. Bueno eso y que la iglesia presiona para que el único matrimonio posible sea el heterosexual. Y precisamente, hoy entramos en una iglesia. Se celebra una puesta de largo, la joven estrena sus 15 primaveras vestida como una princesa eso sí de un llamativo rosa fucsia sentada frente al altar. Parece una novia fresa sin su enamorado. Empieza la ceremonia y nos vamos. Lo que escucho no difiere de lo que escucho acá.

Nos despedimos de Ingrid y Nicolás que se han portado más que bien con nosotros. Ojalá algún día poder alcanzar ese nivel de hospitalidad. Os cuento en secreto porque no lo dijo, aunque seguramente leerá esta crónica, que a Ingrid hoy le dolía mucho la cabeza, que llegaban tarde para coger el bus de regreso a la capital y que a pesar de todo se aseguraron de que quedábamos en el hotel sanos y salvos. (Así que un beso grande, chicos, embajadores de excepción de esta tierra hermosa).

Ya en el hotel, desde donde escribo, nos disponemos a pasar nuestra última noche en esta parte salvadoreña del Golfo de Fonseca. Mañana cruzaremos en barca hacia Nicaragua. Esta mañana cuando avistábamos desde el volcán toda la bahía, Nicolás se acercó a mi para decirme "mañana ustedes pasarán por ahí abajo, acuérdense entonces de los chiquitos que son". Acredito.

9 comentarios:

  1. Unos relatos maravillosos, realmente me transportan a vuestro lado...qué envidia...mantener los ojos abiertos y que vuestras retinas sean la mejor de las cámaras!!!! besotes a los dos!!!

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  2. Gracias Antonio, dile a la Meris que nos lean también!!! (Laura)

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  3. De lo chiquitos que somos todos dicen bien los volcanes. Del pueblo que todos somos cuentan bien tus palabras.
    Gracias.
    (todos, todos vamos portados en tu lápiz, mirando)

    Ánimo.
    H.G.

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  4. Me encanta...Lau, me encanta todo lo que haceis... ya sabes que estoy muy orgullosa, siempre lo estoy pero hoy más. Da saludos a todos.

    Gracho

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  5. Carlinhos: Me encanta esta foto, és como se estuviera ahí con vosotros...a la proxima me apunto...

    Um abraço, Jose Luiz Oubiña

    Pd. Hoy empezó la vendimia, 24º, sin mosquitos....

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  6. Estupenda narración han llegado claramente las imagenes de vuestro viaje a mi cerebro, que facilidad de palabra tienes.

    Felicitaciones al grupo, suerte en el viaje

    Willy
    Quito * Ecuador

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  7. Primavera!!!

    boa viaxe.

    ber

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  8. Ánimo y a seguir con estas crónicas espectáculares. Bicos.

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