viernes, 18 de septiembre de 2009

Frente a la adversidad, la fortaleza de los pescadores del Golfo


Fotos: Carlos Puga

Eva Alonso/Estrella López, El Salvador

Una carretera de barro nos adentraría en la comunidad de Los Jiotes, donde nos recibirían casi una veintena de pescadores procedentes de cuatro poblaciones diferentes: Guisquil, Barracones, Jiotes y Salamo.

Un grupo de personas variopinto y a la vez inquieto por nuestra presencia, aunque eso sí, muy dispuestos a contarnos su día a día y la mejora de sus condiciones gracias al proyecto que Amigos da Terra en colaboración con la Xunta de Galicia y Codeca está desarrollando en este entorno.

Pedro Ángel Castro tiene 76 años. Lleva la pesca artesanal en las venas. "Toda una vida dedicada a la captura de diferentes especies que antaño abundaban y ahora escasean". En su opinión, Codeca ha realizado un trabajo "muy eficiente" en la zona. "Se ha frenado el deterioro galopante que estaba sufriendo el medio ambiente".

Héctor, de 47, todavía con hijos pequeños, asegura que "Codeca nos ha mejorado mucho la vida, ya que se ha logrado evitar el furtivismo y ahora podemos vender pescado en nuestra propia comunidad".

Pero en esta reunión no sólo hay hombres. Elsa Vera, de 34 años, es comerciante de pescado. Se dedica a comprar el producto a los pescadores artesanales y venderlo en los propios caseríos. "Llevo ya diez años trabajando y ahorita estamos en un proceso de mejora gracias a Amigos da Terra tendremos un centro de acopio aunque por ahora no tenemos sistema de frío y tenemos que vender al día".

Jairo tiene la piel curtida por el sol. Tiene 37 años pero lo cierto es que aparenta muchos más. Camaronero de profesión, pertenece a la comunidad Guisquil. "Somos 150 las familas que vivimos allí de la pesca aunque el dinero apenas nos da para vivir". Asegura que al día suelen obtener entre 15 y 20 dólares por la venta de pescado, pero de ese dinero hay que descontar 12 dólares de combustible, 6 de pinta (para mezclar con la gasolina) y uno o dos dólares de hielos (para mantener el pescado).

Entre las mejoras obtenidas gracias a la ayuda gallega se encuentra la matriculación de botes, la obtención de licencias de pescador y carnés de pesca, "lo cual nos permite tener una mayor seguridad y legalidad ante las autoridades".

El último en hablar es un veterano. Tiene 75 años y sigue trabajando. No hay jubilación en el Golfo de Fonseca. "Todos los días me levanto a las cuatro de la mañana para acudir a las salinas a controlar el proceso de elaboración de la sal". A pesar del trabajo diario, del sol y del extremo calor, José Marcelino, como sus compañeros, continúa sonriendo. Nada puede con ellos. Su fortaleza es infinita.

8 comentarios:

  1. Estas son la historias que enriquecen el periodismo al servicio de la sociedad. Es maravilloso leer como renace la verdadera utilidad del oficio que, en vuestro caso, debemos tallar con la etiqueta de "social". Tambiém, resulta importante escuchar y escribir sobre las personas más veteranas de una comunidad: "es como abrir un libro infinito". Bicos y abrazos a todos

    ResponderEliminar
  2. Es la primera vez que entro y despues de leeros tengo "empacho"... pero de sensaciones muy especiales. Me imagino que parecidas pero no comparables a las vuestras. El no podía dormir,la desconfianza empresarial, la fuerza de los treinta y de los setenta, los rostros y corazones curtidos, y como no, las tortas y el agua... A mí me habeis llegado. Mucho ánimo. Belén

    ResponderEliminar
  3. Me ha enternecido mucho vuestra historia. Es un ejemplo de superación y lucha frente a las adversidades de la que todos tendríamos que tomar nota. Seguir así. Con cada relato, nos ayudáis a estar mucho más cerca vuestra en esta experiencia. No lo dudéis. Estamos ahí con vosotras, aunque estemos a kilómetros de distancia. Ánimo a todos. Alex.

    ResponderEliminar
  4. Chicas y chicos... es emocionante. Contar las cosas no parece demasiado difícil pero hacer que las "vivamos" si que resulta mas complicado. Estáis haciendo que compartamos vitalmente vuestra expedición. Enhorabuena. Estrella... ¿los mosquitos ya te desangraron solidariamente?.
    Un besazo enorme.

    ResponderEliminar
  5. Me encanta no viera el enlace al blog.. y ya me leí todo del tirón pa ponerme al día...ahora solo espero a que actualiceis de nuevo...

    Suerte y Gracias por compartirlo.

    Un abrazo Noé

    ResponderEliminar
  6. Me gusta mucho este nuevo proyecto. Deseo que todo salga estupendamente, y que disfruteis de la experiencia. La manera que teneis de escribir lo que estis viviendo hace que me traslade a donde estais. Me lo puedo imaginar perfectamente todo y lo que mas me gusta es que esas personas ante todo dejan de sonreir.

    Muchos besos y mucho animo chic@s

    ResponderEliminar
  7. "No dejan de sonreir" eso es lo que queria decir.

    (Esto de escribir no se me da muy bien)

    ResponderEliminar
  8. Pedro Ángel llevará la pesca artesanal en las venas, pero está claro que vosotros lleváis el periodismo social. Enhorabuena por este enternecedor proyecto!!!

    ResponderEliminar