lunes, 28 de septiembre de 2009

CONTRAPORTADA: Ya te estoy recordando, América, aunque no te hayas ido


Fotos: Carlos Puga

Laura López, Honduras

Una muchacha viaja sentada frente a mí en la lancha que nos lleva a Amapala. Se prepara para darle el pecho a su hijo que descansa en los brazo de su padre a mi lado. Deja parte del pecho al descubierto y su compañero lo mira antes de pasarle al bebé. Y es sólo un instante, pero esboza una sonrisa y mira para otro lado cuando le da a su hijo.

He compartido, furtiva, este instante y también azarosa miro para el mar. Qué preciosos son los secretos que guardan los amantes.

Amapala es una isla pequeñita situada en el Golfo y que pertenece a Honduras. Visitamos Playa Grande con el sol ya comenzando a caer y todo es hermoso. Los últimos pescadores van llegando y venden su mercancía. Sus hijos juegan bañándose en una playa preciosa de arena volcánica. Todo parece como sacado de otra época.

Más cuando descubro a Cristi. Con su preciosa e inmensa melena negra cubierta con un pañuelo blanco. Lleva un vestido largo hasta los pies que la hace todavía más delgada. Es menuda. Demasiado para sus diez años. Pero está liadísima jugando ella sola en la playa. Una princesa que concentra todo el poder y la fuerza de la tierra que pisamos.

Y así, llenos de todo, regresamos a Choluteca. En la lancha tenemos el momento cómico del día. Reflexiona Cris en voz alta ´lo que sí que no hay son faros´, ­y responde Estrella, ´qué más da, si hay toque de queda´. Nos reímos mucho.



Y efectivamente la radio del coche informa del toque de queda camino de Choluteca. Así que paramos en un supermercado y Eva tiene uno de los últimos altercados con el dinero. Está a punto de no regresar a Galicia. Ha tenido el trabajo que nadie quiere tener cuando se viaja que es el de tesorera pero lo ha hecho como una campeona.

Volviendo al toque de queda he de deciros que dejé de preocuparme cuando a la hora de la comida ví que por la tele preguntaban a la audiencia­, ´¿cree usted que debe continuarse con el toque de queda. Envié SÍ o NO en un mensajito al 1015. Para aquellos que nos criamos escuchando a nuestros abuelos quejarse de lo que suponía el toque de queda ver esto es una relajación. Hasta los conflictos políticos ya no son como antes.

Algo que sí que no ha cambiado es la pasión por el fútbol. En esa misma comida, alguien que lleva todo el día instruyéndonos mucho y muy bien sobre todo lo relacionado con la cultura del país, afirma que ´ojalá el problema se resuelva pronto pero, lo siento mucho, antes prefiero que Honduras gane el 10 de octubre a Estados Unidos´. Lo dicho, ya no estoy preocupada. En la reunión con los miembros de CODDEFFAGOLF así nos lo confirman. ´Todo está azul´. Aquí esto quiere decir que todo está tranquilo. En su sede charlamos con ellos y nos regalan cerámica artesanal. Es el primer soborno que recibimos como periodistas. Je, je. Es broma, claro. El trato es espectacular. Ha sido espectacular en los tres países.

Fijaos. Por la mañana hemos visitado la comunidad de Cedeño. Hemos ido a grabarles mientras estaban abriendo un cauce de aguas contaminadas en el estero y nos han cedido sus botas por lo que ellos han trabajado descalzos en vertidos fecales y químicos que les cubrían hasta las rodillas. Tras entrevistar a Wilmer, paleando en ese cauce, le doy las gracias y me guiña un ojo. Me emociono. Es muy joven pero ya parece un viejo.


En fin, os cuento todo esto ya en El Salvador. Faltan todavía unas horas para partir. Hemos viajado hasta aquí en autobús (seis horas y media). En la frontera, han revisado la mochila de Carlos porque el perro de la policía ha olfateado droga. Carlos, por supuesto, solícito con las fuerzas del orden, no entiende nada. Al final todo queda en un susto que nos permite aseverar de nuevo que nos ha pasado de todo en este viaje.

Me despido y os confieso una cosa. Desde que ví la sonrisa del muchacho en la lancha hacia Amapala ya tengo ganas de regresarme. Y les envío un aviso a los que comparten secretos con nosotros. Necesitamos oídos prestos a escuchar magníficos monólogos y que tengan los pasaportes en regla. Al menos yo, ya me muero por volver.

2 comentarios: